Y cambiando de tema, el pasado fin de semana fueron carnavales, estas fiestas en las que te disfrazas de algo impensable y no lo haces en cualquier otro día del año, aunque yo creo que no nos vendría mal unos cuantos más y así dejar volar la imaginación aunque sea a ratos (es altamente saludable para la salud)
Esta vez tocó de superhéroes y ya pensaba yo mientras me cosía el traje a mano, sí es que soy artesanal hasta para eso; bueno, eso y que no tampoco tengo máquina de coser que igual otro gallo cantaría, pensaba que estaría muy bien tener superpoderes y así salvar el planeta de los malos y ser verdaderamente unos héroes internacionales. Luego pensé que si fuera así no tendría trabajo ni ná, que de malos está el mundo lleno y para mí sola sería demasiado. Harían falta muchísimos más superhéroes que aceptaran el reto y llevaran las misiones a buen puerto.
También tendría su parte buena, poder volar o parar el tiempo, tejer telarañas en cualquier parte sin ningún problema, estirarse como una auténtica goma de chicle, ser invisible,… no estaría mal, no… y cerrar los ojos y ver que pasa al otro lado del mundo, y…
…Fue entonces cuando me pinché con la aguja y deje de “volar” para destinar toda mi energía no a resolver el mundo (que dudo que pueda hacerse) sino a terminar el traje que me estaba llevando todo el día.
Esta vez tocó de superhéroes y ya pensaba yo mientras me cosía el traje a mano, sí es que soy artesanal hasta para eso; bueno, eso y que no tampoco tengo máquina de coser que igual otro gallo cantaría, pensaba que estaría muy bien tener superpoderes y así salvar el planeta de los malos y ser verdaderamente unos héroes internacionales. Luego pensé que si fuera así no tendría trabajo ni ná, que de malos está el mundo lleno y para mí sola sería demasiado. Harían falta muchísimos más superhéroes que aceptaran el reto y llevaran las misiones a buen puerto.
También tendría su parte buena, poder volar o parar el tiempo, tejer telarañas en cualquier parte sin ningún problema, estirarse como una auténtica goma de chicle, ser invisible,… no estaría mal, no… y cerrar los ojos y ver que pasa al otro lado del mundo, y…
…Fue entonces cuando me pinché con la aguja y deje de “volar” para destinar toda mi energía no a resolver el mundo (que dudo que pueda hacerse) sino a terminar el traje que me estaba llevando todo el día.
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