Hace mucho que no escribo. La vida me ha tenido ocupada enredándome.
Últimamente ha dejado de salir el sol y volvemos al invierno que realmente y aunque no lo creamos es la estación del año en la que estamos. Y aprovecho el gris de estos días para ir al cine. La del domingo pasado, recién estrenada, fue la última de Tim Burton que nos vuelve a recordar que ha sido y sigue siendo un genio dentro del séptimo arte (y seguirá siéndolo).
Teñida completamente por maquillajes y escenarios oscuros, personajes de pelo cardado y de muchas canciones narra la historia de una venganza que lo único que conlleva a su vez es más venganza. El mejor final que puede tener aunque de primeras me decepcionara un poco.
Como siempre, fascinante.
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