En estos días de fiestas con el invierno recién inaugurado, de opulentas cenas familiares acompañadas de suculentos manjares, de alegría y buenas intenciones para con todo el mundo, de celebraciones con champán por un nuevo año mejor, todo sin descuidar claro está ese consumismo que en estas fechas suele dispararse por parte de todos, yo recuerdo aquellas otras navidades blancas de años atrás con chimeneas humeantes bajo un cielo blanco a juego con las casitas bajas de mi pueblo; del típico aguinaldo con niños y panderetas cantando villancicos, de belenes de siempre con las figuras de siempre, de la ilusión con la que se duerme la noche del 6 de enero,… en fin, de otras cosas.
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