Digamos que es aquel síndrome que afecta a las mujeres de edad fértil en los días previos al ciclo menstrual provocando alteraciones de carácter que suelen no pasar desapercibidas.
Y sí, yo hoy tengo el síndrome premenstrual. Trato de no darlo demasiada importancia y que no afecte mi actividad del día a día pero es complicado porque lo notas, lo sientes, está ahí y no sabes cómo hacerlo frente porque de repente radias alegría y al minuto siguientes tienes ganas de linchar a alguien sólo porque te ha dicho algo que hoy, precisamente hoy, no es el día apropiado. Así de radical y de contundente.
Y de pronto llegas a casa y te dan ganas de ponerte a llorar aunque tampoco tienes muy claro por qué si has tenido un día de lo más normal y además, empieza la primavera, hace calorcito y no te falta de nada. Pero te apetece llorar… y estás hinchada como un globo y te duelen los riñones y piensas ¿cómo he podido aguantar todos estos años con este suplicio cada mes? Y lo que es peor, todo lo que me queda,… me tomo un Ibuprofeno por necesidad porque hay algo bajo tu estómago que te revuelve las tripas sin miramiento alguno y ya no sabes cómo aguantar el tipo así que después te vas a la cama a retorcerte e intentar quedarte en una única posición, aquella en la que los dolores sean menores y por lo menos puedas pensar en algo más que en este maldito día.
Y sí, yo hoy tengo el síndrome premenstrual. Trato de no darlo demasiada importancia y que no afecte mi actividad del día a día pero es complicado porque lo notas, lo sientes, está ahí y no sabes cómo hacerlo frente porque de repente radias alegría y al minuto siguientes tienes ganas de linchar a alguien sólo porque te ha dicho algo que hoy, precisamente hoy, no es el día apropiado. Así de radical y de contundente.
Y de pronto llegas a casa y te dan ganas de ponerte a llorar aunque tampoco tienes muy claro por qué si has tenido un día de lo más normal y además, empieza la primavera, hace calorcito y no te falta de nada. Pero te apetece llorar… y estás hinchada como un globo y te duelen los riñones y piensas ¿cómo he podido aguantar todos estos años con este suplicio cada mes? Y lo que es peor, todo lo que me queda,… me tomo un Ibuprofeno por necesidad porque hay algo bajo tu estómago que te revuelve las tripas sin miramiento alguno y ya no sabes cómo aguantar el tipo así que después te vas a la cama a retorcerte e intentar quedarte en una única posición, aquella en la que los dolores sean menores y por lo menos puedas pensar en algo más que en este maldito día.
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